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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Un haijin puede ver en un paisaje aquello que asombraría un niño, y decirlo con la misma sencillez, impactando a quien lo lee. Gracias, Juan Carlos.
ResponderEliminarGracias Adri:
ResponderEliminarfue muy gracioso porque aún llevo en las piernas los cortes que las espigas me produjeron cuando ví aquel trigal y sentí el impulso de meterme en él para fotografiar la puesta de sol y las espigas. Lo maravilloso de ser haijin es comunicar a los demás un sentimiento y vivirlo intensamente. Son momentos que un no haijin pasa desapercibidos
Un Beso muy grande, grande
Juan Carlos M.