Acaba octubre, al este sobre los álamos, las nubes están más rosadas que otros días, el viento de poniente trae las hojas de olmo a la senda de musgo: sombras que se posan guardando el frescor y la humedad. Las lavanderas (pajaritas de las nieves: anuncian el frío) vuelan sobre el barbecho cercano, contra ese poniente que trae más sombras, más ocres; más otoño.
El viento trae
hojas de olmo
a la senda de musgo
Tu alma no puede evadir el suspenso de la respiración ante esas imágenes, y tu generosidad nos lo ofrece para compartir.
ResponderEliminarGracias, Compi, por realzar con tu sensibilidad este rincón.
Un abrazo.
las gracias te las tengo que dar a tí por poner este espacio a disposición de los haijines que compartimos la belleza del haiku, como yo comparto con cariño contigo una gran amistad
ResponderEliminarBESOS