.
(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
.
Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Hermosa imagen, Claudia, la del pino meciéndose.
ResponderEliminarEse movimiento en el silencio nocturno. Y tu corazón de mujer que en él ve a un galán...
Gracias por compartir.
Un beso.
En verdad, la primera sensación que surge es esa imagen nocturna que tenemos o imaginamos al leer tu Hk.
ResponderEliminarAgradable y sentido.
Saludos.
Namasté!!!
Juan Carlos: mil gracias por tu bello comentario, amigo.
ResponderEliminarCreo que eres generoso: acaso el verso final confunda (tratándose de haiku y no de poesía lírica), ya que la intención fue simplemente transmitir la primera imagen, complementándola con la mata de periquitos (galanes de noche), menos esbelta, pero tan aromada...
me volvieron loca esos "galanes" en Tanti (je je), pero tu lectura me maravilla, pese a mis posibles desaciertos.
Un abrazo grande
J.C.Muchísimas gracias por detenerte en mis letras! si te ha llegado como sensación agradable y sentida, me doy por muy satisfecha.
ResponderEliminarMuchos cariños
Disculparás, querida Claudia, que sea yo el desacertado.
ResponderEliminarIgnoraba que hubiese una planta que le llamaran "Galán de noche".
Sí conozco, por aquí, la "Dama de noche", muy hermosa y con un perfume muy sutil.
En tu haiku, sin duda, la brisa que mece al pino lleva, además, el aroma de ese "galán nocturno", lo que hace que la composición genere aún más un grato ambiente.
Gracias. Otro abrazo.
Noches y días
ResponderEliminarentre el galán de noche
y el pino alto....
ese diálogo de la naturaleza, esa composición en la que la belleza de uno y otro no se hacen sombra, sino que se potencian...
cuánto deberíamos aprender de la Naturaleza!
abrazo enorme, Clau!
Juan Carlos! no has sido el único! (no aquí): es que yo ignoraba que también fuera una dama! sí los sé por "periquitos"...Gracias siempre!Y un abrazo
ResponderEliminarAy! Adri: ni yo podría explicarlo tan bien!
ResponderEliminarmil gracias pòr saberlo transmitir de ese modo! así es!
un besooooteeeee
Clau:
ResponderEliminarme gusta mucho mucho tu haiku
y esa brisa que mece el pino en la noche
Un beso