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Para H. Cartier Bresson, en cada fotografía se imprime la decisión del ojo.
Como en una fotografía, en Haiku se imprime la decisión de la palabra para describir lo eterno. Sean bienvenidos a ésta parcela de mundo en la que vamos dejando, como huellas, nuestros.... instantes eternos.
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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
sábado, 19 de marzo de 2011
También sus ojos
recorrieron un día
los mismos versos.
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maravilloso!
ResponderEliminarun beso.
¡Muchas gracias, Phausca!
ResponderEliminarMe alegra que este modesto aporte haya provocado en ti esta expresión tan entusiasta.
Agradezco también tu compañía.
Otro beso.
...Y algunos otros, también habrán leído aquellos otros...
ResponderEliminarMe impacta en su obra, o yo lo percibo así, la eternidad del acto de recorre "algún día" los mismos versos.
Bello y con aroma a "sin tiempo".
Saludos querido amigo.
Mucha gracias, J.C.
ResponderEliminarPor esta grata visita y sus palabras que siempre encierran una profunda relación con la poesía.
Aquello que el sentimiento fertiliza al corazón.
En este caso por el camino de la nostalgia.
Un abrazo.
El camino de la nostalgia encuentra palabras eficaces, que rozan nuestras emociones.
ResponderEliminarMe gusta mucho, Juan Carlos.
Un abrazo desde Baires
Gracias, Claudia, por tu amable concepto, y por la afinidad que permite establecer este puente que el haiku propicia.
ResponderEliminar¡Feliz otoño, amiga!
Otro abrazo desde Córdoba.
Juan Carlos, rompe la ortodoxia del haiku y sin embargo está cargado de wabi-sabi, ¡que entrañable y cuánto sabor! Uno se hace mejor cuando lee cosas así. ¡Gracias! y un fuerte abrazote
ResponderEliminar¡Cuánto me honra tu comentario, Elías! El agradecido soy yo.
ResponderEliminarEs cierto lo que afirmas en cuanto a esta transgresión que me he permitido, pero también son tus palabras, tu propio sentimiento, quienes sostienen la posibilidad de conectar esta íntima nostalgia con la experiencia en un plano de comprensión compartida.
Otro fuerte abrazo para ti.
Me llega la nostalgia...
ResponderEliminarHermoso, Juan Carlos.
Un abrazo
Gracias, Elsa, por ser tan amable, como siempre.
ResponderEliminarY como siempre, también, tu sensibilidad presente para acompañar ciertos momentos especiales que van más allá de las palabras...
Un beso.