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Para H. Cartier Bresson, en cada fotografía se imprime la decisión del ojo.

Como en una fotografía, en Haiku se imprime la decisión de la palabra para describir lo eterno. Sean bienvenidos a ésta parcela de mundo en la que vamos dejando, como huellas, nuestros.... instantes eternos.

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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."

Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.



martes, 5 de abril de 2011

Detente... respira.... (amanecer)

Hoy me regalé cinco minutos para ver amanecer.
De pronto, desaparecieron los ruidos, la ciudad, las torres y los tejados.
Sólo éramos él y yo.
Él, majestuoso y sencillo, él: saliendo siempre por el Este, perdiéndose por el Oeste.
Yo, ni del todo sencilla y tampoco majestuosa, yo: corriendo siempre del Este al Oeste y del Norte al Sur.

Me detuve y respiré.

Pude verlo convertirse en luz, bruma dorada, orla, óvalo, y por fin, El Sol.


Sobre los tejados donde habitualmente se encienden luces ciudadanas, él derramaba todo su color sin aspavientos.


Respiré y comprendí que, a veces, es bueno detenerse un momento a mirarnos en un espejo natural y aprender.

La trayectoria del Sol no es diferente a la rutina de los hombres, sin embargo, él brilla, nosotros, nos vamos apagando y envejeciendo.

Él sólo se dedica a seguir su trayectoria. Nosotros renegamos de ella.


Comprendí y volví a detenerme.


Lo seguí por todas las ventanas de la casa.
Era óvalo en una, y en otra, reflejo que me llegaba desde el edificio de enfrente. Uno de los tantos ventanales de la finca se había convertido en espejo en el que se reflejaba, avasallando toda urgencia.











Cantos de pájaros, aroma de azahares, reflejos de sol en un día recién estrenado.
















Detente. Respira. Eso me digo a cada paso.






unos segundos
y el Sol en los tejados
de cada casa





4 comentarios:

  1. Ese segundo representa el instante, la vida...

    Me gusta el relato, las fotos, el hk.

    Bien Adri. Un beso

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  2. Hoy he vivido dos amaneceres... gracias Adriana.

    Con cariño, Mercedes.

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  3. ¡Hermoso, Adriana!
    Gracias por este regalo, y recordarnos esta maravilla cotidiana.
    Testigos privilegiados de esta belleza única e irrepetible. Cada día...

    Seamos protagonistas. Gracias.

    Un beso.

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  4. ¡qué hermoso Adri!!!

    me llegan intensamente esas sensaciones que sentiste al ver amanecer y las fotos son muy bellas tb

    MUCHOS BESOS!

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