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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Tiene esa magia que hace que a uno se le corte la respiración por un instante. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Gracias Ana! ¡que bonito lo que dices!¡gracias de nuevo!
ResponderEliminarUn abrazo, Mercedes.
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ResponderEliminarMuy sugeriente lo del tallo verde en la boca del pastor.
Un abrazo,
K.
HERMOSO!!!
ResponderEliminarEs la expresión que apareció en mi mente antes que nada.
Saludos.
tengo que repetir, como mi tocayo:
ResponderEliminarHERMOSO, ME HA ENCANTADO.
Es curioso, Juan Carlos y yo tenemos pensamientos idénticos casi simultáneos. Amigo, seguro que sabes de lo que hablo ¿verdad?
gracias Mercedes por este precioso haiku
Un Abrazo
Konstantin, y Juan Carlos (ambos) gracias por vuestra compañía.
ResponderEliminarUn abrazo y que viváis con fervor la Semana Santa.
Mercedes.
¡qué bonito!¡pero qué bonito! mercedes, me ha encantado leerlo.Un abrazo para tí
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