Para H. Cartier Bresson, en cada fotografía se imprime la decisión del ojo.
Como en una fotografía, en Haiku se imprime la decisión de la palabra para describir lo eterno. Sean bienvenidos a ésta parcela de mundo en la que vamos dejando, como huellas, nuestros.... instantes eternos.
.
(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva. Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
.
Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
viernes, 5 de agosto de 2011
Intentando de a poco recuperar el alma, comparto lo mejorcito de mi blog
rumor de hojas... posados en el carro los barrenderos
¡Otra grata sorpresa, Mirta! El tenerte también por aquí, dejando tus miradas siempre tan sugerentes. Por Córdoba, suele pasar lo mismo con los barrenderos. Pero, en algunas ocasiones, no gratifica ese trabajo, pues aunque pretendan barrerlas el viento las vuelve a dispersar...
Que muy pronto tu espíritu recobre su armonía, querida compañera de viaje.
Mi querida Mirta... tu alma, tu alma generosa con nosotros, entregando ese espacio de luz... gracias por ello. Me alegra verte. Y me impulsa a seguir. Besos
¡Otra grata sorpresa, Mirta!
ResponderEliminarEl tenerte también por aquí, dejando tus miradas siempre tan sugerentes.
Por Córdoba, suele pasar lo mismo con los barrenderos. Pero, en algunas ocasiones, no gratifica ese trabajo, pues aunque pretendan barrerlas el viento las vuelve a dispersar...
Que muy pronto tu espíritu recobre su armonía, querida compañera de viaje.
Un beso.
Mi querida Mirta... tu alma, tu alma generosa con nosotros, entregando ese espacio de luz... gracias por ello. Me alegra verte. Y me impulsa a seguir. Besos
ResponderEliminar