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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Así lo recuerdo.... añoro ese época en la que me podía comer un montón de castañas sin remordimientos!!!! jejejejeje...
ResponderEliminarAhora en serio, muy bien captado el momento.
Besos kotori.
q lindos blogs joé!
ResponderEliminarasí da gusto navegar!
miau!
y aporto un dato:
ResponderEliminardiente de león se dice sorginbelarra al norte del ebro...
es decir, hierba de brujas...
pero de niños decíamos abuelitos y meacamas...
miau!
Toñi, es un haiku conmovedor, tiene mucho sabor. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias por vuestros comentarios. Tienes razón, Mercedes, por lo de los remordimientos, pero una o dos bien calentitas sientan requetebién, sobre todo si vas por la calle muerta de frío jejeje.
ResponderEliminarUn beso con dientes de león
¡tan bonito, Toñi! llega mucho
ResponderEliminarUn abrazote