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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Querido Juan Ku:
ResponderEliminarEs de gran dulzura su bello Hk.
Con afecto, un fuerte abrazo.
Namasté _()_
Muchas gracias, J.C.
ResponderEliminarEs grato compartir esta mirada. Una de las tantas escenas que deja la lluvia.
Aprecio su visita a estos "instantes" así como sus palabras.
Otro abrazo, amigo.
Es que mojadas provocan nuevas emociones en la gente.
ResponderEliminarGracias, David, por tu comentario.
ResponderEliminarEs cierto. Y en el caso del haiku, recurrir a esa forma de reverencia (con o sin paraguas) para evitar mojarse con las ramas bajas, jejeje...
Un abrazo.
Muy sutil observación. Me gusta. Besos,
ResponderEliminarMuchas gracias, Susana.
ResponderEliminarMe alegra que esta escena particular sea de tu agrado.
Es un placer compartirla.
Un beso.