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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
Hoy me encuentro especialmente sensible ante estas imágenes, que me retrotraen a otras que he vistos estos días, tan difíciles de sobrellevar en una Valencia cenicienta, con un sol de fuego y cenizas dispersas por todos los rincones..... el lodo habla de un agua que no nos resulta suficiente hoy... las huellas, de unos ciervos que no han sobrevivido... siento tristeza y celebro tu mirada, la agradezco: me permite reconciliarme con la vida!
ResponderEliminarun abrazo Mercedes!
Ha sido tristísimo, una auténtica tragedia. No sé que decir para consolar, porque ni yo misma me consuelo ante lo ocurrido, pero la vida es así de cruda, de inexplicable.. espero que los verdes vuelvan pronto a esas tierras hoy calcinadas y que la vida vuelva a expresarse en su forma más amable y frutífera. Un beso y mucho ánimo.
ResponderEliminarYa no se habla del fuego... la realidad consume la realidad... gracias por el ánimo en el cariño que prodigas, por tu amor a la vida, que no declaras en el vacío sino en cada acción.
ResponderEliminarAdriana