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(Cuando cambia la mirada, cambia también el horizonte. Se ensancha, se amplía, tomamos conciencia de nuestra pequeñez. Es entonces cuando podemos vislumbrar a cabalidad que no estamos solos, que la presencia de otros nos enriquece y nos eleva.
Podrán leer en éste espacio a algunos amigos que comparten el gusto por la poesía japonesa, con quienes intercambio, crezco, aprendo y me proyecto.....)
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Según Vicente Haya, "nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompaña a nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta... Ahí está la fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que nunca se termina de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera, te queda la selva de dentro."
Invitados quedáis, pues..... al final de la página encontraréis una lista de reproducción que, si deseáis, os puede acompañar en el recorrido..... gracias por vuestra presencia.
¡Enhorabuena, Elías!
ResponderEliminar¡Qué gusto tenerte por aquí, nuevamente!
Con un haiku tan familiar y entrañable.
No sé si será el mismo tubérculo, pero en Argentina le llamamos batata o camote.
Un abrazo.
Un bonito haiku. besos de luz.
ResponderEliminarsiempre esa ternura inconfundible! abrazote querido amigo!!!
ResponderEliminarJuan Carlos, M CArmen y Claudia. mil gracias por vuestra generosidad y cariño. Sí, el boniato es la batata. ¡sólo su olor ya enamora, jejeej! Ahora apenas se come, de niño eran bandejas llenas al horno... en fin, cosas que se van perdiendo. Un abrazote y nuevamente gracias
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